Hoy se está celebrando la Diada en Cataluña o Catalunya, como prefieran, no nos vamos a enganchar por cuestiones semánticas. Muy bien por lo catalanes, tienen que reivindicar sus raíces, su identidad, su sentimiento, pero al igual que hacen los andaluces, los extremeños, los gallegos, los castellanos, los levantinos, los manchegos….
Eso es una cosa y otra intentar enfrentar a todos los españoles, porque todos somos españoles, lo queramos o no. Aquí hemos nacido.
Ya sé que es muy difícil escribir sobre el problema que los últimos años se ha suscitado en Cataluña o Catalunya desde fuera de allí, pero ¿quién no tiene un amigo catalán? ¿quién no tiene familia allí?
Desde fuera la visión que tiene una gran mayoría de los españoles es que se están desviando los problemas reales de la sociedad hacía un conflicto ficticio donde sólo tienen que ganar las formaciones políticas.
No nos podemos creer que las familias a la hora de la comida o la cena, cuando se reúnen el principal problema sea que quieren ser independientes. ¿Independientes? ¿de quién? De sus raíces en muchos casos andaluzas o extremeñas, de ser la autonomía más importante de España en los económico junto a Madrid, o ¿independientes del poder político del Estado, cada vez menor?
¿No se dan cuenta que les están utilizando? ¿No se dan cuenta que los partidos políticos han visto una bicoca en el planteamiento soberanista para tapar su ineptitud? Da igual que gobierne CiU, o el desastroso tripartito, lo único que desean es mantener una venda en la sociedad catalana para seguir en sus poltronas y poder seguir robando a manos llenas, ¿verdad familia Pujol?
Qué lejos y que cerca quedan aquellos días de principio de siglo XX cuando sucedió la Semana Trágica Catalana. ¿Ah, que eso ya no se estudia? Pues habría que recordar que hubo muchas muertes entre los obreros que pedían mejores condiciones de trabajo frente a la burguesía y empresariado catalán. La fuerzas anarquistas y de izquierda por aquel entonces no entendían de nacionalismos, si no de derechos sociales. No se dan cuenta de que lo que no consiguieron por las armas lo están logrando con la política. Los mandatarios de hoy día, sobre todo los de CiU, son los herederos de aquella burguesía de señoritos catalanes y han logrado sumar a sus fuerzas a ERC. Para que luego llegue su presidente, Oriol Junqueras, y diga que «si te dicen que no te van a dejar votar, tu obligación es intentar votar». «¿Alguien cree que hará callar a los millones de personas que año tras año salen a la calle? No lo conseguirán, nosotros tenemos que seguir intentándolo”. Yo sería el primero en votar si con ello me garantizaran un puesto de trabajo digno, una enseñanza gratuita de calidad y no sesgada, una Sanidad en condiciones, una libertad de expresión real, una democracia de verdad, pero nada de eso va a suceder.
Desde fuera no es que estemos en contra a ultranza de los catalanes, si no que nos dan pena por la utilización política que está haciendo la partitocracia de la población. Vuelvo a insistir ¿Quién no tiene amigos catalanes? ¿Quién no tiene familia allí? La población es libre de elegir lo que quiere, pero por favor, que no sean utilizados por una camarilla política inepta y corrupta.
About José Luis García
Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.