La chica más provocativa de los últimos años, Miley Cyrus, ha confirmado que ofrecerá un segundo concierto en España. Tras el programado para el 13 de junio en el Palau Sant Jordi de Barcelona, el día 17 de ese mismo mes, la recibirá el Palacio de los Deportes de la comunidad de Madrid.
Las entradas para el concierto de Madrid se podrán adquirir a partir de las 10.00 horas del viernes 4 de abril, a través de www.doctormusic.com y www.ticketmaster.es, también en Fnac, Carrefour, Viajes Carrefour y Halcón Viajes, por teléfono en el 902 15 00 25 y a través de los puntos de venta habituales de la red Ticketmaster. El precio de las entradas será de 85, 65, 60 y 55 Euros para las entradas de asiento reservado y 60 Euros para las entradas de pista (gastos de distribución no incluidos).
Es curioso que una de las megastrellas de la factoría Disney –hay que recordar que protagonizó durante cinco años, de 2006 a 2011, la serie Hannah Montana– haya dado un giro tan radical a su carrera y, sobre todo a su imagen.
Muchos niños, hoy ya un poco más mayorcitos, crecieron con ella y fue su primer público, ahora quiere llegar a cotas más altas y para ello suele montar un gran espectáculo provocativo –con numerosas insinuaciones sexuales- en sus actuaciones.
No voy a entrar a valorar su tipo de música, allá cada cual si le gusta, pero siempre es curioso ver la evolución de estos niños prodigio para seguir en lo más alto.
Lo cierto es que Miley ha liderado las listas del Reino Unido con su último álbum, Bangerz y que su videoclip de Wrecking Ball ha sido uno de los más seguidos en la historia.
La carrera de Myley Cyrus siempre ha estado marcada por su padre, Billy Ray Cyrus, un conocido cantante country que fue su representante y quien también actuaba en la serie de Dysney. Desde 2011 parece que las relaciones no son muy buenas entre padre e hija y eso nos hace recordar otros casos de niños prodigios que no han acabado muy bien, Simplemente recordar a Michael Jackson, que siempre se quejó de haber sido utilizado por sus mayores y no haber tenido niñez. Ahí puede explicarse –aparte del márketing- el giro tan radical de Miley Cyrus. Esperemos que no acabe tan mal como otros lo han hecho.
A. Rojas