La baja de Bale para el Clásico no es tan traumática ni para derramar lágrimas

Bale careto

Gareth Bale

El Clásico del 25-O se queda sin un protagonista. Se trata de Gareth Bale. El galés sufre una lesión en el glúteo. En concreto, en el músculo piramidal derecho. Ancelotti pierde a una de sus ‘b’ de la BBC. Al italiano, el próximo sábado le tocará resintonizar los canales de cara al Barça. Eso sí, antes podrá hacer una prueba de emisión en Anfield frente al Liverpool. Una ausencia que le trastocará los planes, pues Ancelotti ya recitaba de memoria su once hasta dormido. Una baja de un futbolista que no tiene la vitola de imprescindible, por lo que a priori no resulta tan traumática.

Sí, el Madrid pierde una de sus patas en el aspecto ofensivo, pero que paradójicamente, le puede venir hasta bien. Bale está haciendo gala de una anarquía insultante. El galés se coloca el esmoquin cuando los blancos tienen el balón. Se ofrece, combina, dispara y marca goles. Pero no se pone el mono cuando toca rascar, ir detrás de la pelota. Su sentido reivindicativo a la hora de presionar o bajar brilla por su ausencia. Con esa actitud, el Madrid se debilitó. Lo pasó mal en momentos puntuales en este arranque de temporada. Sin Bale y con Cristiano Ronaldo, que tiene carta blanca para desgastarse en tareas defensivas, ha tenido a James Rodríguez como cabeza de turco. Al colombiano le ha tocado multiplicarse, por lo que ha tenido que comerse el marrón, quemar energías, que sus piernas hicieran más kilómetros de los debidos y eso ha repercutido en su rendimiento Los blancos, con el absentismo de Gale, han estado en el alambre en la medular, perdiendo el equilibrio necesario en el balance defensivo-ofensivo. Una situación en inferioridad que se vio en Anoeta y que fue aprovechada por la Real Sociedad para darle la vuelta al marcador.

Aunque suena a osadía o a machada, la baja de Gale le puede venir de perlas al Madrid. La entrada de un futbolista más comprometido le ayudará a equilibrar y nivelar sus fuerzas y darle más cohesión en su juego. Y mucho más frente al Barcelona. Luis Enrique tiene donde elegir: Xavi, Rakitic, Sergio Busquets, Mascherano o Sergio Roberto. Calidad e intensidad a partes iguales. El Madrid, que mete miedo por su pegada, muestra debilidad cuando no tiene la pelota. Le pasó algunos minutos en Riazor y en El Madrigal, aunque finalmente acabó ganando. Sin Bale, las fuerzas, en la lucha por la posesión del balón con los azulgranas, estarán más parejas. Luego, será cuestión de los artistas.

Hasta tres opciones tiene ‘Carletto’ para suplir la baja del galés. La primera, Isco. El malagueño cubrió con creces el expediente frente al Levante con un gol, una asistencia y aportando presencia y peso específico tanto a la hora de crear como de recuperar balones. Isco fue un excelente complemento con Modric y Kross. “Isco se merece jugar todos los partidos”, dijo Ancelotti hace una semana en la COPE. Pues, ‘Carletto’ tiene ahora la palabra. Por su partido contra el Levante, Isco se merece ser titular el sábado ante el Barça.

Pero Ancelotti tiene otra bala en la recámara. Khedira ya volvió a entrar en una convocatoria frente al Levante. El alemán puede ser esa pieza básica en el puzle del italiano para encontrar el equilibrio perfecto. Además, puede versionar con Kross, el doble pivote de la Alemania campeona del mundo. Y como último recurso, Ancelotti podría tirar de Marcelo. El brasileño podría adelantar su posición dejando el lateral zurdo a Coentrao y ser el sustituto por su intensidad, arrancada y desborde, al más puro estilo Di María.

Sin Bale, y con las opciones de Isco, Khedira o Marcelo se verá un Madrid más solidario, y lo más importante, más equilibrado, Por todo, no habrá muchas lágrimas por la baja de Bale. Los nostálgicos sacarán el pañuelo para recordar su galopada de abril en Mestalla que valió para ganarle al Barça la final de Copa. Habrá que ver si volverán a mostrarlos este sábado. Lo que no veo es que lo hagan por Messi si al argentino le da por superar a Telmo Zarra.    

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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