El Madrid llegó con la incógnita de la premura de tiempo para engarzar a dos de sus nuevas piezas en el engranaje de Ancelotti de cara a la final de Cardiff. El Sevilla lo hacía envalentonado por el hecho de que llevaba un mes preparando este partido. Sobre el papel la balanza se podía inclinar en el lado hispalense por el tema físico, pero sobre el verde, e vio un Sevilla timorato y cagón. En vez de proponer un choque intenso, la consigna fue echarse atrás y no presionar la salida madridista del balón.
Los blancos vieron el cielo. Sobo del esférico sin buscar profundidad. Pasecito en corto. Hacia adelante, a un lado o atrás. El Sevilla no incordiaba y el Madrid se sentía cómodo. Se estaban poniendo las bases del paseo blanco por la campiña galesa. Plácido. Bale, por el hecho de jugar en casa, buscó protagonismo. Tardó en entrar en juego. El que lo hizo desde el primer momento fue Kroos. El Madrid ha encontrado una bicoca. 77 pases dio el alemán. 73 acertados. Los hizo en corto y en largo. Buscando siempre la mejor opción. Los 30 millones que pagó al Bayern parecen baratos. Guardiola y el Bayern se han disparado al pie habiendo permitido su salida. Kroos se va a convertir en el ‘boss’ del Madrid. Va a llevar la voz cantante en la medular. La llave, la brújula. El alemán puso la pausa, el estilo. Está llamado a marcar tendencias en este nuevo Madrid.
Para abrir boca, un cambio suyo de orientación hacia Benzema, que se escoró por la banda derecha, provocó la primera gran ocasión del partido. El francés, controló de cine y metió el balón al área a Cristiano Ronaldo, que tras hacer una sensacional recepción y un autopase, tiró con poca convicción y centrado, pero ni pudo superar a Beto que rechazó el disparo. Gran parido del meta luso. Si no es por él, por los tapones de los zagueros y por un inconmensurable Fazio, el Sevilla se hubiese llevado un buen saco de goles.
Bale buscó e l suyo, pero unas veces Beto, y otras por la oposición de los defensas que repelieron sus disparos le privaron de seguir siendo el único goleador merengue en la pretemporada. El galés no mojó en su casa, pero sirvió la asistencia del 1-0. Un pase, marca de la casa, desde la banda izquierda al segundo palo, donde Cristiano Ronaldo, con un toque sutil superó la salida de Beto. Media hora de partido.
Los planes del Sevilla se desbarataron. Debía quitarse los dodotis y tratar de ser más ambicioso. Sin Rakitic no dabsa ninguna sensación de poder meterse en el partido, pero lo que es el fútbol., en una jugada absurda, primero con un penoso despeje de James, el balón planeó sobre el área blanca, y tras una indecisión entre Sergio Ramos y Coentrao, Bacca rebañó la pelota hacia Carriço que se encontró con la posibilidad de empalar y empatar el partido, pero Casillas volvió a mostrar su santidad con una parada decisiva y no querer dar más carnaza sobre el debate de si titularidad.
Un asunto que va a dar mucho juego en este curso. Hay quien asegura que a Casillas se le va a mirar con lupa en cada partido. Yo prefiero hacerlo con James Rodríguez. Los 70 millones que ha costado me parece una pasada. No entiendo su llegada viendo lo que tiene el Madrid. Un sacrilegio que Di María tenga que salir por él. Al igual que Isco tenga menos minutos. Un fichaje envenenado más que sonado. Discretito su debut. Fallón e impreciso en los pases en los que debía arriesgar. Un buen disparo en el segundo tiempo que Beto le sacó con una mano portentosa fue su mejor acción. Habrá que darle tiempo, pero una contratación inflada. Por no decir otra cosa.
El Madrid siguió a lo suyo. Cuatro minutos después del descanso, segundo zarpazo de los blancos. Segundo de Cristiano Ronaldo. Insaciable. Disparo centrado que dobló las manos de Beto. El portugués es una trituradora de hacer goles. Si Kroos pondrá el estilo, él seguirá poniendo las dianas. El Sevilla trató de poner más velocidad, pero sin profundidad. El partido entró en una espiral de ida y vuelta. El Madrid, con espacios, pudo haberle puesto la cara con el mismo color que el atiendo de su rival. Imprecisiones en el último pase, precipitaciones y un par de buenas manos de Beto, que le dio la noche a Bale, salvaron a los de Emery de llevarse una manita por lo menos. El Sevilla siguió dando grima. No existía en ataque. Y eso que habían preparado el partido desde un mes antes. Quizás lo hubiesen hecho para llegar a los penaltis.
A falta de dos minutos, se decidieron a estirarse e ir a por todas. , Kyochowiak, desde fuera del área, volvió a evidenciar que Casillas no está acabado. Los enterradores deberán esperar a otra ocasión. Cuatro córners seguidos trataron de maquillar un partido lamentable. Lo mejor del Sevilla no estuvo en el campo. Patético lo exhibido por sus futbolistas. Lo mejor fue su jugador 12. Su afición. No pudo ser. La fiabilidad hispalense en las finales no se vio en Cardiff. En cambio, el Madrid sumó su primer título de la temporada. Hay quienes lanzan las campanas al vuelo. No fue para tanto. No deslumbró con su juego. No se complicó ni tampoco le pusieron en aprietos No tuvo rival. Enfrente le colocaron un ‘sparring’. Fue un entrenamiento.
REAL MADRID: Casillas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao (83’); Kroos, Modric (Illarramendi 86’); Bale, Cristiano Ronaldo, James Rodríguez (Isco 72’).
SEVILLA: Beto, Coke )Diogo 84’), Nico Pareja, Fazio, Fernando Navarro: Carriço, Kyuchowiak; Aleix Vidal (Iago Aspas 65’), Denis Suarez (Reyes 78’I, Vitolo y Bacca.
ÁRBITRO: Clattenburg (Inglaterra). Mostró tarjeta amarilla a Vitolo (41’), Carvajal (44’) y Fernando Navarro (65’).
GOLES. 1-0. Minuto 30, Cristiano Ronaldo. 2-0. Minuto 49. Cristiano Ronaldo.
INCIDENCIAS; Cardiff Stadium, 40 espectadores.
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.