Indignación con los nuevos parquímetros de Madrid

Ana Botella en la presentación de los nuevos parquímetros.

“Un desastre, no funciona casi ninguno, además la gente no sabe utilizarlos y se forman colas en los pocos que están habilitados, y con el calor que comienza a hacer”, con estas palabras definía unos de los trabajadores del Servicio de Estacionamiento regulado (SER) la entrada en funcionamiento de los nuevos parquímetros que se están instalando en la capital.

“Nosotros no podemos hacer nada más que informar, esperemos que con el tiempo se vayan solucionando todos los problemas, pero la verdad es que la gente está muy cabreada”, aseguraba este mismo trabajador que, como es obvio, no ha querido dar su nombre por posibles represalias.

Hace unos días, la alcaldesa Ana Botella se mostraba orgullosa de que Madrid iba a ser la primera ciudad del mundo que aplicara el concepto de sostenibilidad en el sistema de regulación del aparcamiento en superficie con «un sistema pionero y único en el mundo, con una dimensión ambiental e imprescindible para el uso racional del vehículo privado».

Con ese objetivo el nuevo SER ha introducido las emisiones contaminantes de los vehículos y el nivel de ocupación de las distintas zonas como los dos criterios medioambientales que, sumados a los ya existentes, servirán para calcular la tasa del estacionamiento en superficie. «Por primera vez en una ciudad, -dijo la alcaldesa- los vehículos con menos emisiones de óxidos de nitrógeno serán bonificados en la tarifa y, en coherencia, se penalizará con una tasa más elevada a los vehículos más contaminantes, según el principio medioambiental de ‘quien contamina, paga'».

Pero los conductores de Madrid no están nada de acuerdo con esta medida. “Al final lo que sucede es que pagamos los que tenemos menos dinero. Yo tengo un coche de hace 18 años y como hay que introducir la matrícula pagaré más porque dicen que contamina más. Ya quisiera tener posibilidades para cambiar de coche cada dos o tres años como hacen otros, pero no. Estamos en crisis y la pagamos los de siempre”, señala una conductora en plena calle Velázquez esquina con López de Hoyos, donde se han reunido unos siete conductores para obtener el ticket de ‘La Hora’ porque el resto de los parquímetros de la zona no funciona.

“Aquí siempre se la quieren dar de listos y de avanzados y no hacen más que jodernos. No sólo pagamos el impuesto municipal para poder circular por las calles de Madrid, uno de los más caros de España, sino que encima tenemos que pagar por aparcar en la calle y con un aparato que no hay quien lo entienda”, señala otro de los conductores enfadados a la espera de que le llegue su turno.

Y es que no le falta razón a este madrileño, porque para obtener un ticket de ‘La Hora’ hay que hacer poco menos que un master y como te equivoques a la hora de poner un número o una letra de la matrícula, no hay quien te libre de la correspondiente sanción.

Ahora que varias asociaciones de vecinos, como la del caso histórico de Hortaleza se congratulaban tras años de lucha de que por fin habían quitado los parquímetros en su zona, Botella ha conseguido nuevamente rizar el rizo y cabrear al resto de madrileños, muchos de ellos partidarios de los parquímetros en la zona centro, “pero es que se han pasado” concluía otros conductor.

Lo cierto es que la implantación del nuevo sistema lleva aparejado un periodo de transición hasta el 1 de julio para que los ciudadanos vayan familiarizándose con él. A partir de esa fecha, las nuevas tarifas entran en vigor y el sistema quedará definitivamente implantado y operando con todas sus funcionalidades. Es una transición que permitirá «adaptar nuestros gestos, irnos acostumbrando a introducir la matrícula de nuestro vehículo y a los nuevos parquímetros, cuya operatividad está basada en la incorporación de Tecnologías de la Información y Comunicación», indicó la alcaldesa.