Dentro de un mes (3 de noviembre) se van a cumplir siete años del fallecimiento del profesor Germán de Argumosa. Durante sus 87 años de vida fue un personaje singular, muy conocido en la alta sociedad y divulgador de las ciencias paranormales. Míticas fueron sus psicofonías mostradas al gran público gracias al periodista, también desaparecido, Juan Antonio Cebrián, en su programa ‘Turno de noche’, antecesor de ‘La rosa de los vientos’ que se sigue emitiendo en Onda Cero.
Seguramente el profesor, como le gustaba que le llamaran, es uno de los pioneros y posiblemente el más importante investigador de lo paranormal no sólo en España, sino en Europa.
Argumosa se hizo mayoritariamente conocido a raíz de su investigación del caso de las Caras de Belmez, que tras 40 años de evolución del fenómeno, la identidad de esos supuestos autor o autores continúa siendo oficialmente desconocida.
Pero si por algo ha pasado a la historia es por sus psicofonías. En noviembre de 1985 registró agresivas voces en una de las grabaciones más largas de la historia del misterio. Diez minutos de extraños sonidos que resultaron ser premonitorios. Importantes personalidades vinculadas a la política de la época estuvieron presentes en el momento de la grabación. Hoy en día es considerada una psicofonía maldita.
Hasta hace poco, la emisión completa de la psicofonía no se había escuchado más que en una radio vecinal (Radio Enlace) del Distrito de Hortaleza, donde la emitió un joven e inexperto Iker Jiménez. Algo que volvió a repetir el año pasado en su programa ‘Milenio 3’ de la ‘Cadena SER’.
Según el propio Jiménez, el profesor utilizó a Radio Enlace como vehículo de pruebas para ver qué efecto producía la emisión de la grabación, pero una vez escuchada hizo prometer a todos los presentes que nunca más se reproduciría en la ondas.
La psicofonía se grabó en una casona ubicada en las afueras de Madrid. Acompañado de un grupo de artistas y otras personalidades de la alta sociedad española de ese tiempo, bastante interesadas en el estudio de lo paranormal, el profesor Germán de Argumosa accedió, en una suerte de experimento, a dejar una grabadora en el sótano de la casona, un lugar donde por lo demás acostumbraban reunirse periódicamente, para ver si podían captar alguna psicofonía.
Tras dejar la máquina grabando en el solitario sótano de la casa, para que no pudiese ingresar ningún ruido extraño, Argumosa y todos los circunstantes subieron al salón. Allí permanecieron durante 10 minutos, lapso después del cual volvieron al sótano para buscar la grabadora. Una vez que todos se hubieron acomodado para escuchar la grabación, Argumosa retrocedió la cinta y la reprodujo para que todos la escucharan. En ese momento el terror se apoderó de la sala.
Pero mejor es escucharlo….
Volveremos con más historias del mítico profesor
About José Luis García
Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.