Esperanza Aguirre, ‘pa’ chula yo

“Qué, multita y bronquita”. Me la estoy imaginando, con su tonillo castizo y achulado. Tipo “Se sienten, coño”.  Es que la lideresa no lleva el apodo gratuitamente, es que manda que se las pela. Emana autoridad, sólo hay que verla entrar en los sitios pisando fuerte y con ese garbo que la caracteriza. Y le echa la bronca al lucero del alba, lo he visto. Cualidades dignas de elogio en quien debe dirigir cualquier grupo, sea partido político, sea Comunidad de Madrid, pero que fuera de contexto son un error, y más si a quien te diriges es precisamente un agente de la autoridad. No sé si los guindillas que la multaron querían hacerle la foto como ella alega y conseguir un trending topic como el de Ana Botella y su “relaxing cup of coffee”, pero desde luego no tiene sentido conferirles autoridad legal sólo para que repartan leña y multas entre el común de los mortales, pero no entre los mandamases. A ver qué se han creído.

Esperanza Aguirre metió la pata hasta el fondo doblemente: primero, por parar en un carril bus en plena plaza de Callao –discreta, la chica- algo que si hago yo y me pillan, me supone una multa de aúpa tal como establecen las ordenanzas que su propio partido en el gobierno de la ciudad ha aprobado. También hay que decir que si me ponen 300 euros de multa este mes no como, lo cual disuade bastante. Que no lo hago, además, porque todavía tengo conciencia ciudadana, y creo que si todos pensáramos que es “sólo un minuto” esto se convertiría en la selva. Mi menda habría dado tres vueltas a la manzana para encontrar un sitio y aparcar, o se hubiera buscado otro cajero.

Segundo, porque si ya la has cagado y te han pillado, lo menos que puedes hacer es asumir tu responsabilidad y apoquinar religiosamente, además de pedirle mil disculpas al agente no sea que se venga arriba y empiece a pedirte hasta las bombillas de recambio del coche para ponerte más multas. Y no ponerte estupenda, meter prisa y encima salir de naja en plan El Pera en sus mejores tiempos. “He decidido que eso era una retención ilegal y me he ido”. Si lo dice un manifestante de cualquier marea ya está en la Plaza Castilla.  Pero Espe no. Que ya saben vds quién soy y dónde vivo, no? Pues nada, la notificación me la hacen a domicilio, asesorados por mis guardia civiles de compañía. Pa chula, yo.

Esto no demuestra más que una cosa. Que en este país hay unos cuantos –legión, me temo- que se creen que esto es su cortijo y pueden hacer y deshacer a su antojo, y salir libres de polvo y paja. Que nombran “manos derechas” que luego les salen rana y ponían la izquierda también para cobrar comisiones, pues nada, a negar que eran puestos “de confianza”. Bonito eufemismo. Y de paso afirma ufana “el caso Gurtel lo descubrí yo”. Qué genio. Que ponen a caldo a los funcionarios, por vagos, y resulta que deja la presidencia de la Comunidad y se va, con todos sus trienios acumulados, de directora general de Turismo al ministerio de un amiguete, pues nada, es que está en su derecho. Un no parar de decir blanco y practicar negro. Y una capacidad asombrosa de salir indemne de cualquier marrón. Porque no tengo ninguna duda de que doña Esperanza Aguirre pagará su multa, pero lo de darse a la fuga derribando una moto de policía no constará jamás en ningún expediente judicial, y no será llevada al calabozo por ello. En el fondo, la admiro.

Por cierto, si Ana Botella batió todos los récords de coñas en Twitter, Whatsapp y Facebook, Espe va camino de superarla. ¡Qué rapidez, qué ingenio, qué dominio de las nuevas tecnologías, el accidente fue a las 16.00 horas y a las ocho ya circulaban miles de fotomontajes por las redes! Para muestra, un botón.

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About Maria Tello

Periodista con más de 20 años de experiencia en información política y local de Madrid. Apasionada de la lectura y la historia.

2 Comments

  1. Thor abril 4, 2014
  2. Hans abril 8, 2014

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