El victimista Bartomeu resulta patético, da grima

Bartomeu

Bartomeu, presidente del Barcelona

‘Bar Tomeu’. Hay que tomarse a chufla las declaraciones del presidente azulgrana. Imputado por el ‘caso Neymar’, el dirigente ha lanzado balones fuera. En vez de aunar fuerzas y centrarse  en las líneas maestras de su defensa ha soltado la lengua con unos topicazos que cansan, hartan, pero lo peor, es que no tienen ningún fundamento, y que ya puestos,  muestran hilaridad.

Un personaje, de perfil bajo, que llegó de rebote a la presidencia del Barça se ha crecido por el gran momento  deportivo del club y que ha visto un buena oportunidad para que su popularidad suba a través de un discurso rancio, cansino y victimista. Y que nadie se engañe. También para dar un discurso electoralista.  Argumentos arcaicos y poco imaginativos.

Que Bartomeu piense y que diga que el fichaje de Neymar por el Barcelona no ha gustado a algunos poderes del Estado y que esa sea la causa por la que se ha acelerado las acciones judiciales en contra suya,  de Rosell y del club, resultan patética. Si Bartomeu quiere hacer política está a tiempo. Un nuevo actor  para la causa independentista. Tiene espacio y tiempo para saltar al circo. En los próximos meses tiene de todo. Elecciones Municipales, Autonómicas y Generales.

Bartomeu ve manos negras y una teoría de la conspiración. Que España, y su Estado, tenga  al Barcelona entre ceja y ceja  es  un argumento pueril.  Victimista. Facilón. Previsible. Gratuito. Da grima, pero también resulta cómico. Si hay corrupción en el fútbol es cuestión de los jueces dictaminarlo. No nombra al Real Madrid, pero le culpa de ser el instigador. Si está plenamente convencido que todo es cuestión de envidia que presente pruebas. Contra el Estado, el Madrid o a quien vea como potencial enemigo. Hay tiene los Juzgados para hacerlo. Pero que no culpe de manera gratuita. Que se recuerde, Jordi Casas, socio blaugrana, destapó el caso Neymar. Desde Cataluña. Desde Barcelona.  

Bartomeu insiste en que el fichaje de Neymar costó 57 millones , y que llegado el caso, volvería a repetir las acciones que el Barça llevó para fichar al brasileño.  Pues, muy bien. Que centre sus fuerzas en su defensa. Sobre su cabeza pesan dos años de cárcel y al Barça una multa de 89 millones de euros, que debería ser asumida por él y Rosell.  Señor Bartomeu, no mezcle churras con merinas.  Céntrese en lo que le va a venir judicialmente hablando, y ponga velas por Messi y que el buen momento deportivo se alargue, pues ya sabe que cuando la pelota no entre le llegaran los silbidos. Desde las gradas del Camp Nou. Y no desde Madrid. 

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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