Mira que son ‘pesados’ los franceses y que los del Vaticano cuando les tocan la fibra sacan a relucir lo que realmente son: un Estado anacrónico regido por integristas católicos.
Nos estamos refiriendo al caso del embajador de Francia ante la Santa Sede, Laurent Stéfanini, de 55 años, católico practicante, al que los gerifaltes del vaticano no validan sus credenciales por ser homosexual según asegura la prensa del vecino país.
Varios periódicos como Journal du Dimanche o Le Canard Enchaîné han afirmado en sus ediciones de este jueves que el representante diplomático elegido por el presidente francés, François Hollande, no ha obtenido el placét de la Santa Sede por su condición sexual.
Stefanini es un alto cargo de la cancillería francesa y actualmente desempeñaba la función de jefe de Protocolo del Eliseo.
Lo de ‘pesados’ de los franceses, o como se diría de forma más castiza “don erre que erre”, es que no es la primera vez que Francia encuentra dificultades para designar al embajador ante la Santa Sede. Del 2007 al 2008, el puesto diplomático estuvo vacío, tras el rechazo de Benedicto XVI a aceptar al escritor Denis Tillinac, divorciado que volvió a casarse y después de Jean-Loup Kuhn-Delforge, también abiertamente homosexual. A lo mejor, a lo peor que dirían otros, es que desde el Vaticano no quieren mostrar sus vergüenzas porque todo el mundo sabe que históricamente gran parte del clero, incluyendo el sexo femenino, o sea las monjas (las pobres no pueden ser curas) han tenido inclinaciones homosexuales, por no decir la cantidad de casos de pederastias que han salido a relucir en los últimos años y cuyos responsables deberían estar en la cárcel.
Sé que muchos católicos no estarán de acuerdo con estas afirmaciones, pero al igual que nos llevamos a la cabeza con los integristas musulmanes o con los ortodoxos judíos, es hora ya de decir basta al dominio de las religiones sobre la sociedad civil. Que cada uno crea, o no, en lo que quiera, pero en un ámbito privado y, como decía un tal Jesús, “no juzgues y no serás juzgado”. Que se apliquen el cuento.
About José Luis García
Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.
Monsieur Stéfanini ¿qué parte de que la iglesia católica odia profundamente a las personas de su condición no ha entendido? ¿Cómo puede ser usted tan absolutamente idiota (lo siento, pero cuando una persona llega a tal nivel de estulticia lo justo es definirlo como lo que es, un simple cateto aborregado) para considerarse miembro del adocenado rebaño (nunca mejor dicho) católico? Su caso es como nacer judío y solicitar ser de las SS nazis. Por favor Sr. mío tenga un poco de cordura y en nombre de los millones de sus correligionarios perseguidos y hasta asesinados por la iglesia a lo largo de los siglos, mande usted sus dañinas creencias al rincón del olvido y viva con total libertad, sin prehistóricas ataduras su vida tal y como le plazca, pero sobre todo sin rendir humillada y repugnante sumisión a lo que únicamente puede considerarse como una ideología genocida con los de su orientación sexual. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com/2014/08/la-alineacion-de-los-homosexuales.html