Pónganse cómodos. Reserven su asiento en el sofá de su salón de su casa o una mesa del bar o cafetería preferida. Mañana nos espera el Clásico. En muchas ocasiones se ha tildado, bautizado y etiquetado el duelo entre Real Madrid y Barcelona como el partido del año y hasta del siglo. El de mañana, 25 octubre, sin ninguna duda es el más abierto, atractivo y que ha levantado mayor expectación en los últimos tiempos. No hay en juego un título que es lo que siempre eleva a la máxima potencia el duelo entre los dos grandes transatlánticos del fútbol mundial. En liza hay muchos ingredientes que hacen que este partido sea diferente y que nadie deba perdérselo.
Lo que ha suscitado el interés general de los futboleros, dejando a un lado la pasión de merengues y culés, es la forma en cómo llegan los dos equipos a la cita. Con chispa, enchufados, jugando al fútbol y marcando goles. Y con sus estrellas, Cristiano Ronaldo y Messi en un momento sublime. Marcando goles y diferencias. La cosa promete. Estamos a punto de asistir al mayor espectáculo del mundo. Podemos ser testigos de una auténtica fiesta. Dos equipazos frente a frente en 90 minutos apasionantes. En otros tiempos, la vista se había fijado en el trencilla. En esta ocasión ha pasado desapercibida. Se ha hablado de fútbol, como debe ser. Lo de la queja de Cristiano por contar con un día menos no debe ser una excusa en caso de perder o de sacar pecho si se da un triunfo. Lo que no pueden pretender unos y otros es jugar a la carta. El calendario se ha dado así y no hay más que darles vueltas. Si necesitan descanso lo más fácil es que sus entrenadores se los den. Y eso fue lo que hicieron Luis Enrique y Ancelotti. Cuidar s sus estrellas en la jornada de Champions.
Ambos equipos legan entonados. Jugando a un alto nivel. Aparte de salir victorioso, unos y otros querrán que su propuesta de fútbol supere a la del rival. Otro morbo que despierta este Clásico es que puede ser el primero desde hace seis años en que el Madrid tenga mayor posesión de la pelota. Algo que no ocurre desde el 4-1 con Schuster en el banquillo. El Clásico en el que el Barça le hizo el pasillo antes de su inicio. Por ello, mañana. el pulso, la lucha, el combate será de órdago en el centro del campo para saber qué medular impone la ley. Luego, será cuestión de que Cristiano Ronaldo y Messi decidan. El portugués y el argentino llegan super motivados a la cita, Aparte de tratar de salir ganador tanto a nivel colectivo como individual en el Clásico, los dos pueden hacer historia en el Clásico número 227. El azulgrana si anota dos goles se convertirá en el máximo goleador de la Liga superando a Telmo Zarra. El partido no se detendrá para conmemorar dicho hito, pero la imagen morbosa de ver la celebración de los azulgranas será impactante. El público que se concite en el Bernabéu no le dedicará una salva de aplausos, pero debe mostrar respeto, señorío y valorar el logro de Messi. El destino ha querido que pueda suceder en territorio merengue y deben estar a la altura de las circunstancias.
Seguro que sí que celebrarán si a Cristiano Ronaldo le da por hacer un hat trick. De hacerlo, el portugués superaría a otro mítico delantero, Alfredo Di Stéfano, y con 23, se convertiría en el futbolista que más tripletes o hat trick lleva en la Liga. Por estos logros, por su pulso por el Balón de Oro, todos los focos, miradas se centrarán en los dos mejores futbolistas del mundo. Que cada uno les coloque como primero o segundo. Messi llega a la cita con su nuevo rol de asistente. Ha retrasado su posición y su entente con Neymar es cada día más peligrosa. Al portugués le pasa lo mismo con su socio Benzema. El francés suele tener buen olfato contra los azulgranas, el curso pasado le hizo el doblete, aunque no sirviese luego pues el Barça se impuso por 3.4. Curiosamente, con un hat trick de Messi. Con 19 años ya le hizo otro a Casillas en el 3-3 de la temporada 2006-07.
Messi puede tener con un segundo hombre de apoyo. Luis Suárez debutará con la camiseta azulgrana. Todo hace indicar que lo hará desde el banquillo. Y como somos muy morbosos, una vez en el verde, estaremos atentos a sus movimientos y ver lo que pasa si se acerca a Pepe. Dejando a un lado este comentario, Neymar y Benzema tienen mucho que decir. Los lugartenientes de Messi y Cristiano Ronaldo cuentan con bastante crédito para suplantarles y convertirse en piezas clave del Clásico. Como lo pueden ser los porteros, defensas y medios. Mañana nadie se imagina que a Casillas le pite ese sector crítico que le tiene acribillado. Sería lanzar piedras contra su propio tejado. Aunque se produjese una cantada del capitán. Por el otro, Claudio Bravo tiene toda una prueba de fuego. Mantener su virginidad liguera. Ocho partidos imbatido. 270 minutos. Pero 90 en el Bernabéu son “molto lingos” parafraseando al mítico Juanito.
No habrá marcajes individuales por todo el campo. En la memoria nos queda esa marca pegajosa de Camacho a Cruyff. Serán clave las ayudas, las marcas mixtas. Ese centrocampista que se convierta en un improvisado central que saque la escoba y trate de barrer antes de que Cristiano o Messi entre con comodidad al área o tratar de interceptarle cualquier pase interior en busca de sus lugartenientes o actores invitados. El Barça cuenta con dos solventes que no se amilanan y que sacan el algodón, la gamuza o lo que haga falra: Mascheramo y Sergio Busquets. . El Madrid ha perdido a Xabi Alonso. Kross debe suplantarle, pero no cuenta con la intensidad del tolosarra. La sombra de Khedira puede ser alargada.
Real Madrid y Barcelona jugarán sin reservas. El miedo no existe en este tipo de partidos. Si, respeto. El que marque primero tocará el orgullo del otro y le hará ir sin concesiones a por el empate. Ambos lo llevan en su ADN. Por ello, la lucha en la medular será vital. Dos centros del campo con jugones. Kross, Modric, Isco, James contra Xavi, Rakitic, Mascheramo, Iniesta. Los azulgranas tienen además más músculo, por lo dicho anteriormente, aunque Sergio Busquets no atraviesa por un buen momento de forma, pero es un jugador de garantías y que sale siempre muy motivado al ver camisetas blancas en el otro lado. Y que me dicen de los laterales. Veremos a cuatro corriendo como posesos por sus carriles de la autopista del Bernabéu. Pueden meter centros envenenados o sorprender a las zagas contrarias con sus incorporaciones. Mucho ojito a los cuatro.
La baja de Bale le va a venir bien al Madrid. Ya se vio ante el Levante y Liverpool. Isco da más equilibrio a la medular que el galés. Veremos si Ancelotti mantiene su apuesta y no sacrifica al malagueño para dar entrada a Khedira. Lo mismo pasa en el Barça. La titularidad de Rakitic no es segura. Mascherano y Sergio Busquets pueden ser los elegidos para meter intensidad en la zona ancha y dejar los galones a Xavi para que lleve la dirección del juego. Pónganse cómodos. Reserven su sitio en el salón de su casa o en la terraza de un bar o cafetería. Llega un nuevo Clásico. Pero este es bien distinto a todos los demás. No solo por CR7 y Messi. Están Benzema, Neymar, Iniesta, James, que se va entonando, Rakitic, Isco, Xavi, Kross, Claudio Bravo, Casillas… Disfruten. La noche de mañana tendrá una hora más.
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.