Cuando llega una final o un partido trascendental, a los periodistas nos gusta tirar de manual y hacer la ocurrente pregunta acerca de a quien otorgarle la condición de favorito. En la coctelera se introduce el historial, calidad de las plantillas, estados de forma, pero eso no vale para nada cuando el árbitro de turno pita el inicio del partido. Todo eso vale para debatir los días antes. Es norma habitual que uno de los dos contendientes le pase el favoritismo al otro. Un regalo envenenado. Es quitarse presión y trasladársela al otro. Luego si se gana, el mérito es doble. La guerra sicológica se introdujo hace mucho tiempo en el fútbol.
En el Sevilla no han seguido los parámetros. Reconocen el potencial del rival, pero han apostado por mirarse el ombligo, sus vergüenzas. Están seguros de sus fuerzas. Su presidente, José Castro, abrió el abanico al lanzar un discurso ambicioso. Nada de medias verdades. Realista. “El Sevilla también quiere reinar en Europa”, mantiene. Tiene razones de peso para pensarlo. Su equipo llega enchufado a Cardiff. Los hispalenses llevan un mes preparando a conciencia la Supercopa de Europa. La ventaja de la tropa comandada por Emery es que pudo contar con el grueso de su plantel desde el primer día, y así intensificar la planificación para la Supercopa de Europa. Cierto que perdió el talento de Rakitic, pero ha sabido reforzarse con un ramillete de futbolistas que pueden dar muchas tardes de gloria en este curso y amagarle unas horas la noche a todo un Real Madrid. Uno de ellos es Denis Suárez, el gallego, cedido por el Barça en la ‘Operación Rakitic’ está cuajando una buena pretemporada. Su paisano, Iago Aspas, procedente del Liverpool, puede darle mordiente y goles a un Sevilla que llega con solo una duda en su once. Bacca o Iago Aspas. El resto lo formarán Beto, Coke, Fazio, Nico Pareja, Alberto Moreno, que puede ser su último partido con la camiseta del Sevilla pues su traspaso al Liverpool está cerrado; Carriço, Kyochowiak; Reyes, Vitolo y Denis Suárez. Lo dicho. Llegan enchufados.
Por su parte, el Real Madrid llega a Cardiff con Bale como una moto, pero con varias incógnitas. La principal, el escaso tiempo que ha tenido Ancelotti para trabajar con sus futbolistas. El goteo en la llegada de los mundialistas ha sido el gran hándicap para Carletto. Los últimos llegaron el pasado día 5. Uno de ellos, Kroos será titular empujado por la sanción a Xabi Alonso. Por saltar de la grada y correr la banda para abrazar a Bale en Lisboa. Menos mal que solo fue eso. Si llega a ser otra cosa al tolosarra se le hubiera caído el pelo. Con una fuerte multa se podría haber cubierto el expediente.
Ancelotti va a tener que hacer encaje de bolillos para contentar a toda esa pléyade de figuras con las que cuenta en su vestuario. Aún en él figuran Di María y Khedira a los que se empuja a su salida desde los despachos. El italiano tiene ante sí la duda del dibujo qué presentará. Bien un 4-2-3-1 o el 4-3.3. Todo apunta a que ante el Sevilla se decantará por lo primero. Casillas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Kroos, Modric; James, Cristiano Ronaldo, Bale y Benzema puede ser su primer once,
Otras dudas que presentarán los blancos en Cardiff se centran en dos nombres propios. Uno, Casillas. Sin la competencia de Diego López, fichado por el Milan, todos los ojos se centrarán en el mostoleño que parte con la vitola de titular tras la llegada tardía de Keylor Navas. Los que le han visto entrenar en Valdebebas están alucinando con las sesiones realizadas por el costarricense. Casillas debe aplicarse el cuento y no creer que con el nombre tiene garantizado el puesto. Seguro que es consciente de que su colega no se va a contentar en su currículo con ser el suplente de Casillas y no querrá alimentar más el debate con su estado de forma tras su decepcionante final de la Champions , su participación en el Mundial de Brasil y su proceder en los tres goles que recibió hace 10 días ante el Manchester United.
El otro nombre incógnita merengue es el de Cristiano Ronaldo. Hace unas semanas se aireó que la intención del cuerpo técnico era 1ue el portugués fuese poco a poco en su puesta a punto en su recuperación de los problemas rotulianos que le persiguieron en el último mes del pasado curso y que lo más razonable era que no disputase ni un minuto en las dos Supercopas, pero en el ADN del luso su competitividad no se puede poner en duda. Con solo 17 minutos disputados llega a Cardiff. Eb la capital galesa, la tierra de Bale, el Real Madrid buscará poner la primera muesca en su reto de lograr los seis títulos en este curso.
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.