“Me voy contento porque es una fecha buena. Empató el Valencia, empató el Sevilla y la verdad es que no fue tan mala la derrota”. Palabra del Cholo, minutos después de caer en Anoeta ante la Real Sociedad (2-1). Una declaración que da pie a ser interpretada en un tono segundón y victimista del argentino. Horas después refrendó su mensaje en la entrega de los premios de MARCA. “Nuestra Liga es la de Sevilla y Valencia”.
El Cholo no quiere lanzar un canto al sol. No le va airear los sueños de grandeza públicamente. Prefiere ir de tapado. Pasar la presión a los otros. No hacer ruido mediático y esperar acontecimientos. El curso pasado le dio resultado. Uno después no varía un ápice. Él sigue explotando su particular gallina de los huevos de oro. “La de su otra Liga”. La del “partido a partido”, mensaje de toda la vida lanzado por los técnicos desde las categorías bajas a sus chicos, está aparcada de momento. La recuperará llegado el caso. No lo duden.
El Cholo no baja un diapasón en su discurso. Repetitivo, cansino, para unos. Efectivo y talismán, para otros. Con sus palabras en San Sebastián y Madrid, Simeone vuelve a desviar la atención. No quiso que la segunda derrota liguera se magnificara y pasase factura a su vestuario, por lo que buscó una coartada para blindar a los suyos, a los que de puertas para dentro, ya les pondrá las pilas y les hará un minucioso repaso de los errores cometidos frente a la Real Sociedad que no deberán ser repetidos con posterioridad. Son las dos caras del Cholo. En la caseta, exigente, absorbente. Un jefe en toda regla. Ante los medios, diplomático, inteligente y con un verbo fácil. Como buen argentino. Todos sabemos que tiene cartas marcadas, pero como buen tahúr, las esconde a la perfección, y luego las muestra, sorprendiendo a todos.
De cara a galería, Simeone quiso quitar hierro a la derrota y se sacó de la manga una lectura positiva tras el fiasco en Anoeta. Cholismo en estado puro. No es partidario de presumir de abuela ni de sacar pecho. Evidentemente, la jornada no fue tan nefasta para los intereses colchoneros. El líder lo tiene a cuatro puntos. Está a tiro. Es cierto que la tropa merengue está en un momento pletórico, pero aún debe medirse a Valencia y Sevilla, rivales con los que el Atlético ya se ha enfrentado siendo el Barça el único que le queda por jugar del grupo cabecero de la tabla donde merengues, azulgranas y rojiblancos ya llevan dos derrotas. Queda aún mucha tela que cortar. Además, Sevilla y Valencia tienen aún mucho que decir. No es bueno menospreciarles. Pueden ser animadores, jueces o protagonistas de la Liga. Estamos en noviembre. Unos andan más fuertes que otros, pero aunque suena ocurrente. Hay que ir partido a partido.
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.