Dos meses acampadas en el Calderón por los ‘One Direction’

El pasado 3 de mayo, un grupo de adolescentes comenzaron a tomar posiciones junto a las taquillas del Vicente Calderón. Chicas entre 15 y 18 años. El objetivo era asegurarse su presencia en los dos conciertos que One Directon, la banda inglesa, tenía programada para dar el 10 y 11 de julio en el estadio rojiblanco, dentro de su gira titulada ‘Where We Are’ en la que el grupo formado por Harry Styles, Liam Payne, Zayn Malik y Louis Tomlinson, ídolos adolescentes y todo un fenómeno de ventas, darán 69 conciertos. En el primero, nada más y nada menos que 45.000 espectadores tiene prevista su presencia esta noche.

Niñas acampadas.

Niñas acampadas.

El efecto de las redes sociales hizo que la iniciativa de estas chicas tuviera un efecto respuesta. Más adolescentes comenzaron a dejarse ver por el Vicente Calderón. El 9 de mayo volvieron para no marcharse ya, pues la seguridad del estadio no las dejó acampar allí en sus primeros días junto a las taquillas. Hasta 300 personas han llegado a convivir en este improvisado campamento. Para tratar de imponer un orden se consensuó un sistema que primaba la fidelidad basada en la cantidad de horas invertidas en la cola.  El Grupo 1 se erigió en llevar el control y comenzó a pasar lista al resto. Quien no respondiera cuando se le nombraba perdía su turno. “Cada grupo establece sus normas. En el nuestro, una persona podía responder por siete cada vez que pasen lista. Nos vamos rotando. Establecemos turnos, y por lo menos, descansamos. De esta manera, evitamos tener que mentir a nuestros padres”, apunta Elvira. En este sentido, más de una adolescente, descuidó sus estudios y no se presentó a algún que otro examen final del pasado curso.

Tras crearse el primero, los grupos comenzaron a multiplicarse. Según iban llegando se instauraba uno nuevo. Más de 20 llegó a haber. Se clasificaron según el tipo de entrada (Pista A,B,C y D). Además, no faltaba una lista VIP. Las privilegiadas con entrada ‘Rock Me’  fueron por otro lado. Tenían una doble ventaja, Por un lado, podían acceder al estadio, media hora antes que el resto del público y podían elegir sitio. El precio de la entrada se fijó en 190 euros y con el paso de los días su precio comenzó a fluctuar y llegó a pedirse hasta 1.000 euros.

No han faltado madres protectoras, acompañando a sus hijas, peleas entre las chicas por el tema de los turnos, la visita del SAMUR para atender desmayos por temas de desnutrición, ataques de supuestos seguidores del Atlético que les lanzaron botellas, visitas nocturnas de algún chico con alguna copita de más. Falta de higiene, descuido en los estudios y en la alimentación, mentiras a los padres. Todo por ser una ‘directioners’ de ley. Para no perderse a los ‘One Direction’. Poderles ver lo más cerca posible. Seguro que dentro de unos años lo recordarán como una batallita. Una anécdota de la adolescencia.

 

 

  

 

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