Por fin, acabó el tormento del Balón de Oro. Por fin, carpetazo. Se cumplieron los pronósticos. Cristiano Ronaldo lo ganó. El portugués suma tres y se coloca a uno de Messi. Temblamos. El sudor frío nos empieza a correr por el cuerpo de cara a la próxima edición. Para unos puede suponer un subidón o un drama que lo gane uno u otro. Lo decimos por los palmeros, voceros, pelotillas o guardia pretoriana del argentino y del portugués que no vacilan en hacer el ridículo durante todo el año cuando sale a colación el tema del Balón de Oro en los ocurrentes y profundos debates en las diferentes tertulias televisivas o radiofónicas.
El de 2015 promete. Messi puede lograr su manita o Cristiano Ronaldo igualar a ‘La Pulga’. Los adeptos de uno y otro van a tener carrete cuando se abra el fuego a discreción. Por favor, más rigor y calidad en los debates. Y eso sí. Que la terna se abra. Que no sea cosa de dos por decreto. Nadie duda de la calidad de Messi, pero analizando su juego con respecto a pasados, ‘La Pulga’ no estuvo a su nivel. Los que tienen derecho al voto debieron sufrir una lapsus en sus meses anteriores al Mundial. Que se lo digan en el Barcelona. Messi estuvo ausente. Missing en Liga y Champions. Eso sí, se preparó a conciencia para alzar la Copa del Mundo, pero en Brasil solo levantó, ante la sorpresa generalizada de todo el mundo, el galardón como mejor jugador del Mundial (¿?). Ni él se lo creyó cuando le designaron con tal premio.
De lo que nadie duda, es que Messi no deja indiferente a nadie con sus modelitos en Suiza. Año a año (parafraseando a Simeone), el argentino se supera. Uno se explica si quizá su presencia este año fuese por tal motivo. Para verle su percha y su fondo de armario. En el de esta edición, su trajecito, color morapio. Vamos, para haber realizado un spot para cualquier bodega o vino. A la cabeza me viene ‘El tío de la bota’.
Cristiano se llevó su tercer ‘baloncito’. Muchos le recuerdan su nefasto papel en Brasil. La teoría de que el ganador en un año de Mundial debe salir de ahí no se cumplió nuevamente. En 2011, Messi lo ganó y le dejó sin el trofeo a Iniesta y Xavi, Si en vez de Neuer hubiese estado Müller, quizás otro gallo hubiese cantado. Lo de un portero nominado está bien, pero que vaya a ganar el premio, eso hay que verlo. El guardameta del Bayern, que es la versión de Tom Hanks en rubio y con ojos azules, irradiaba felicidad por verse ahí, al lado de los dos monstruos del planeta futbolístico. Eso ya era motivo para una nueva batallita para contar a sus nietos.
Antes de abandonar el escenario, dos detalles de Cristiano Ronaldo. Uno, su grito. El mismo que da cuando marca un gol. Antes, su reto a Messi. “Quiero llegar a los cinco”. Lo dicho, más madera. De momento, tendremos una tregua. Nuestros oídos se lo han ganado. Breve, pero intensa. En los próximos meses hay que conocer la identidad del campeón de Liga, Copa y de la Champions. Realmente, eso es lo que importa. Lo que vale. Lo que el seguidor de cada equipo valora y le hará sacar pecho y presumir. Yo, sinceramente, sigo sin ver lo de celebrar o alardear de que si mengano o fulano ha sido elegido como el mejor jugador del mundo. Ya de por sí, son personajes con el ego muy acentuado para que se le engorde con estos premios. Que uno sepa si Cristiano. Messi o Neuer competían por el Balón de Oro también es por culpa de sus compañeros. Este tipo de galardones los veo genial para que se lo disputen Djokovic, Nadal y Federer.
Uno espera un poco más de imaginación en los suertudos que pueden votar. Que no se dejen influenciar por los nombres. Messi y Cristiano son muy buenos, pero que amplíen sus miradas y pongan sus ojos en otros futbolistas. Que los hay por kilos. Hay un buen puñado. No creo que el mundo se vaya a parar porque Messi o Cristiano no esté en la votación del próximo año. Otra opción es que se diera un premio por línea. Al mejor portero, defensa, medio y delantero.