El próximo fin de semana los barones del Partido Popular se reunirán en Cáceres con un objetivo claro la preocupación a poco más de seis meses para las elecciones municipales y autonómicas de que la corrupción les pase factura en las urnas.
No, no van a analizar los casos de corrupción, o por qué se han producido, o si hay más corruptos en el seno de su partido, o si han actuado de una forma correcta, lo que intentarán es cerrar filas y trasladar a los ciudadanos un mensaje de unidad en medio del debate interno que ha vivido el partido las últimas semanas al hilo de los recientes escándalos de corrupción que han salpicado a miembros del PP, desde las ‘tarjetas black’ de Cajamadrid hasta la ‘Operación Púnica’, sin olvidar el caso de de los ‘papeles de Bárcenas’ o el ‘caso Gürtel’.
La única medida que propondrán, y ya se la anuncio desde aquí –para lo que no hacía falta reunirse- es trasladar la imagen de que el partido actúa contra los corruptos y con ese objetivo, el programa electoral incluirá medidas de mejora de la calidad democrática, de regeneración y de lucha contra la corrupción. Igualmente se propondrá una política común de buen gobierno y transparencia. Vamos, papel mojado, como hemos visto hasta ahora.
Pero quien sabe, seamos un poco ingenuos y pensemos que los Cospedal, Núñez Feijoo, Bauzá, Rudi, Diego, Arenas, Pons, Aguirre –si se atreve a ir-, Sánchez Camacho, Moreno, Monago y hasta el mismísimo Rajoy nos sorprenden y presentan su dimisión irrevocable. ¡Que acto de valentía, patriotismo y responsabilidad sería! Pero no, los cuentos de hadas en este país llamado todavía España no existen. Lo que si da muchas ganas es encerrarlos a todos en una habitación y tirar la llave.
About José Luis García
Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.
