En la ruleta de los penaltis se viven las dos caras del fútbol. La festiva y alegre del ganador. En el otro lado, la tristeza del perdedor. Esta noche no dio pena el que cayó. Por la propuesta ruin e infame de argentinos y holandeses. Finalmente, fue la albiceleste la que se metió en la final. Su arquero, Sergio Romero detuvo dos penaltis. Cillessen, qye tanto se mosqueó ante Costa Rica, se dedicó a teatralizar, a intentar poner nervioso al lanzador, pues no olió ni un disparo. Bueno, el de Maxi Rodríguez lo llegó a tocar, pero le dobló las manos.
Miedo a perder en el Arena Corinthians. Partido táctico cien por cien. Argentinos y holandeses extremaron precauciones. Su propuesta fue especulativa. Nadie quiso tomar riesgos. Fútbol de control. Ausencia de los talentos. Messi apareció por cuentagotas. Robben,’ missing’. Como Van Persie.
La aparente superioridad holandesa no cristalizó. Agazapada atrás. Cedió terreno y el balón. La movilidad de Lavezzi fue la baza de la albiceleste trató de explotar. Enzo Pérez, el sustituto de Di María, puso mucha actividad. Messi puso a prueba a Cillessen en el lanzamiento de una falta directa. Holanda no existía en ataque. Sneijder no conectaba con Robben y Van Persie. Sergio Romero parecía una estatua de sal. Solo se le vio activo sacando los puños en un par de ocasiones.
El segundo acto, más de lo mismo. Excesivo celo de balón, pero nada de verticalidad. Fútbol plano. Estaba prohibido crear oportunidades. Cillessen y Sergio Romero seguían sin tener que emplearse. El tiempo pasaba, pero ninguno de los dos contendientes se decidía a dar un paso adelante. La partida de ajedrez era de tablas. Solo podía romperse la monotonía por un error o una genialidad. En el primero de los tres minutos de prolongación, Holanda, en su primera combinación, estuvo a punto de sellar el pasaporte para la final. Por el centro. Taconazo de Sneijder que habilitó a Robben, que sacó su velocidad y cuando iba a armar su pierna derecha para disparar ante la salida de Sergio Romero se encontró con el tapón oportuno de Mascherano. Salvador.
En la prórroga, Van Gaal despejó la baza de Krull al sacar a Huntelaar por Van Persie. Palacios tuvo el gol en un uno contra uno ante Cillesen, pero su tímido cabezazo fue a parar a las manos del meta holandés. Luego, en la lotería de los penaltis, Argentina sacó el boleto para la final. Holanda que se infló a meter goles en su debut ante España flirteó con la final tras 24o minutos sin marcar uno. Messi, que tampoco apareció, ya solo tiene el domingo para hacerlo.
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.