Por fin Alfredo Pérez Rubalcaba ha puesto fecha a su dimisión de la política activa, algo que sus propios compañeros estaban demandando desde el desastre de las últimas elecciones Europeas.
No se entendía por qué no dimitió de todos sus cargos al día siguiente, algo que ha hecho hoy en una comparecencia rápida en el Congreso de los Diputados y sin preguntas, donde Rubalcaba ha explicado que en septiembre dejará su escaño y volverá a la Universidad, al Departamento de Química Orgánica de la Universidad Complutense de Madrid.
«El mayor honor que puede tener un político es ser diputado», ha explicado, «espero que me echéis de menos al menos tanto como yo os voy a echar de menos a vosotros».
Alfredo Pérez Rubalcaba era diputado desde 1993, pero si por algo se le recordará es porque ha formado parte del gobierno con los dos presidentes socialistas desde que se instauró la Democracia, tanto con Felipe González como con José Luis Rodríguez Zapatero.
Con una mente privilegiada, se le consideraba un superviviente nato dentro de las huestes socialistas, hasta quiso liderar la oposición en estos últimos años hasta que los desastres electorales le han advocado a esta decisión.
Un político que despertaba expectativas que se han ido agostando con los años…